viernes, 26 de diciembre de 2008

Culminó Exitoso :

BALANCE GENERAL
CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA EN AREQUIPA, PERÚ

FORMAS CONCRETAS PARA TRANSFORMAR AL MUNDO... CAMBIAR LA VIDA. LOS ESTUDIANTES TOMAN LA PALABRA.


Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels /Universidad de la Filosofía


Buenas Nuevas
Aquí pasa algo que nos importa a todos. Un grupo de estudiantes de Filosofía, ayudados por un grupo de profesores solidarios, de manera auto-gestiva y preocupados profundamente por la Realidad Latinoamericana, se propuso organizar, a como diera lugar, un Congreso de esos que tanta falta nos hacen en horas en que nuestros pueblos se preocupan por el fututo del mundo y por las mejores maneras de transformarlo.
Este no es un Congreso convocado por “vacas sagradas” ni por “eruditos” “exquisitos”. Este es un congreso empeñado en explorar ideas y construir espacios para el diagnóstico y para la acción. Este es un espacio para poner la Filosofía en el lugar que le corresponde: la lucha infatigable por el ascenso de la conciencia. Y es iniciativa de estudiantes. Nada menos.
Ideas emancipadoras desde el 25 al 28 de noviembre
Este grupo de estudiantes tiene en mente la idea extraordinaria de que no es posible transformar al mundo sin un cuerpo de ideas correctas, democráticas y participativas... no son un “sabelotodo” con ganas de halagar a sus docentes en pos de calificaciones complacientes, no son estudiantes a-críticos con su carrera ni con su Universidad. Este grupo de estudiantes tiene en mente la importancia de estimular el pensamiento concreto sobre una realidad concreta que nos envuelve con los viejos vicios del saqueo, la explotación y la demagogia más tóxicos para nuestros pueblos.
Comienza el congreso y tenemos, todos, un lugar para participar. Acuden estudiantes de diez países, vienen armados con sus ponencias y con sus dudas, con sus reclamos y con sus propuestas. Habrá voces diversas, experiencias distintas y planes de encuentro donde reina la idea de la unidad de nuestros pueblos contra todo lo que nos separa, aliena, enemista y esclaviza. Nada mal ¿No? ¿No es eso algo que necesitamos como aporte de los estudiantes universitarios? ¿No es esto un signo magnífico? Uno lo mira bien claro, en el entusiasmo de ellos, en su sonrisa amable, en todo el trabajo entregado como regalo que nos abraza fraternal. Es algo que algunas autoridades universitarias de Arequipa no ven, no entienden o no quieren ver ni entender.
Este Congreso, como muchas iniciativas rebeldes y críticas de los estudiantes en todo el mundo, nos vienen bien porque nos urgen. Contrario al paisaje desolador que en no pocas universidades impera con estudiantes mansos y domesticados en un juego obrero.patronal dentro de las aulas... contrario al paisaje con jóvenes estudiantes desanimados, descreídos, deprimidos y derrotados, obra del neoliberalismo salvaje en las “academias”... contrario pues al modelo devastador que se

impone en no pocas universidades dóciles al sistema de explotación capitalista... contrario al reino de la esclavitud de conciencias, este Congreso de Filosofía organizado y financiado por los estudiantes más avanzados, se dispone a pensar libremente los medios y los modos con que podemos y debemos ayudar a nuestros pueblos a salir del infierno demoledor al que han sido sometidos desde la conquista española y hasta la fecha. Por poner un marco.
El Congreso va y estaremos aquí para verlo y para ayudar a cuidarlo. El Congreso va y lo veremos de cerca para que no se nos olvide el ejemplo ni las tareas que nos asigne. El Congreso va para que lo hagamos nuestro y lo apoyemos, desde ahora, a convertirse en una tradición, de pensamiento libre y revolucionario, nuevo al lado de muchas luchas dignas y ejemplares de Arequipa, de Perú y de toda Latinoamérica. Al fin de cuentas este congreso va porque es también parte de nuestra Realidad Latinoamericana actual. Es hijo de sus mejores herencias. El Congreso va y va como un abrazo fuerte y grande, cargado con los mejores augurios solidarios de muchas personas que acá lo sienten como un viento fresco y como un regalo que inspira y entusiasma. Bien pensado, pensándolo bien.

TODOS LOS ROSTROS DE LATINOAMÉRICA EN LOS ROSTROS DE LOS ESTUDIANTES PARA LA EMANCIPACIÓN



Un ejército de pensadores para la batalla de las ideas
Elvis Arapa Díaz, estudiante peruano coordinador general del Congreso, dio por inaugurado el trabajo filosófico de los muchachos delegados que llegan desde más de diez países y desde muchos lugares del Perú. Bolivia, Argentina, Chile, México... En cada palabra se hace visible el acento y la piel de un continente que tiene, en estos jóvenes filósofos, una de sus certezas y compromisos más importantes. Cada participante ha hecho un esfuerzo enorme para llegar hasta aquí, casi sin apoyos, con horas y horas de viaje a cuestas y armados con ideas para las batallas intelectuales que la realidad nos impone. Verlos reunidos es una inspiración, escucharlos debatir y proponer es un compromiso. Chicas y chicos universitarios interesados por pensar correctamente un presente cargado con fututo revolucionario inmediato. Nara será igual después. Ya se ven lo mejores augurios. Las autoridades más altas de la Universidad de San Agustín brillaron por su ausencia, se perdieron una experiencia formidable.
Las ponencias comenzaron a tambor batiente. El filósofo José F. W. Lora Cam arremetió meticulosamente contra las taras filosóficas que más daño hacen en nuestro continente, las taras que en muchas universidades se tienen por "logros académicos" y por doctrina erudita para la inutilidad funcional. Con lujo de ironía expuso su trabajo "Viva el nihilismo, adiós al método". Y había que ver los rostros de los muchachos oscilantes entre la coincidencia crítica y el descubrimiento de enfoques convencidos y comprometidos. Lora Cam concluyó ratificando la vigencia de Marx y se llevó puesto en el corazón un aplauso vital mezclado con fraternidad, sonrisas inteligentes y coincidencias francas. Una conferencia magistral. ¿Puede pedir más un profesor?


Luego habló Tito Cáceres Cuadros; recorrió la temática del congreso como quien abraza a los estudiantes con ideas. Sobrio, profundo y comprometido Cáceres Cuadros puso en perspectiva la vigencia de José Carlos Mariátegui, la herencia de Francisco Miró Quezada y el papel de la filosofía en el desarrollo de la Universidad que necesitamos. Palabra sobre palabra fue una voz indispensable que dio marco de dignidad y ejemplo, con ideas esclarecedoras y pautas fundamentales para el debate de los días próximos. Pocas veces los aplausos de los universitarios son tan elocuentes como los que se llevó Tito Cáceres. Pocas veces la erudición combativa se ha llevado tan bien con la emoción política. Un regalo magistral para un auditorio que polemizará la filosofía en semejante marco de ideas. Esto es iniciativa de estudiantes, no olvidarlo.
Ana María Valencia Hinojosa, profesora de filosofía, que ha sido acompañante y asesora de los organizadores, miró cómo su serenidad continental fue convirtiéndose en alegría y orgullo. Ha trabajado un año y medio, hombro a hombro, con los estudiantes para ver llegar este día de inauguración y de siembra. Ya sueña con los congresos siguientes que los estudiantes sueñan desde el inicio de esta idea. Como se debe.
Al final de este primer día de trabajos congresistas, un grupo de estudiantes de música arrimó sus metales (Ensamble de Bronces "Arequipa") para regalar a los estudiantes un baño de talento latinoamericano. Vivimos el latir de un auditorio enorme donde reinó la juventud que construye, con pruebas contundentes, ese otro mundo que es posible y que es urgente. Aunque muchos no lo crean.
Claro que hubo un brindis y claro que no pocos de los participantes intercambiaron ideas con su Pisco. Hay que hacer saber que un grupo magnífico de muchachos conforman el equipo de organización. No hay hoja, folleto, cartapacio, micrófono... donde no se note la mano de estos jóvenes cuyo entusiasmo es el espíritu concreto del Congreso. Rostros jóvenes con rasgos andinos, voces dulcísimas, cortesía ilimitada y convicciones poderosas, convertidos en trabajo arduo cuyo objetivo primordial es sustentar el espacio de su Congreso para que todos pensemos, ellos incluidos, apoyados en las mejores ideas para ofrecerlas como producto de una lucha frecuentemente invisible: la lucha de ellos día a día en sus salones de clase. Convertida tal lucha, ahora, en un Congreso Internacional. Simplemente ejemplar, simplemente necesario.
Mañana seguirá el trabajo. Expondrán sus ponencias los estudiantes de filosofía. Los temas recorrerán al neoliberalismo, la crisis educativa universitaria, la identidad de los pueblos, política, historia, arte, socialismo... uno ve a estos delegados continentales, con sus mochilas, sus cuadernos y sus libros, conversando en los pasillos, las escaleras y los portales... uno los ve y es imposible no ver el vertedero extraordinario de ideas que van y vienen enamoradas con la certeza de que este mundo debe ser transformado. No hay aquí estudiantes apáticos, no los hay medrosos ni timoratos. Uno los ve y mira su audacia, su frescura y su mirada interrogante. Uno los ve y mira bien clarito por dónde andan las certezas más claras porque no se olvidan de interrogar ni de ser críticos.
¿Se merecen la indiferencia de las autoridades universitarias más altas? ¿Se merecen la indiferencia de las autoridades políticas? ¿No debieran ser apoyaos e impulsados para que desarrollen todo lo mejor de sí porque tal desarrollo nos es importante y necesario? ¿No están para eso tales "autoridades? A estos estudiantes no parece importarles, ahora, la indiferencia de los funcionarios encumbrados. Aunque claro que les importa y claro que se expedirán críticamente. Y más vale, antes de que a algún "jerarca" se le ocurra pasar de ser indiferente a ser

también represor. Ya lo hemos visto, muchas veces, en Perú y en no pocos lugares de esta Realidad Latinoamericana. Estamos alerta. Es la Batalla de las Ideas.

OTRO MUNDO ES URGENTE
FILOSOFAR Y TRANSFORMAR... UNIDOS

La Unidad como compromiso histórico
Aquí nadie (casi nadie) está contento con el mundo que el capitalismo hereda a los jóvenes. Un poderío crítico, armado con categorías filosóficas variopintas, recorre los debates y las denuncias. Nada se salva. Hay un potencial de pensamiento universitario, urgido de dirección revolucionaria, que no se queda quieto y por eso se congrega aquí. Y no es que los desacuerdos estén escasos, hay de todo, pero se discute con discrepancias fraternales y sin ganas de aniquilar las controversias, es decir, vemos un ejemplo. ¿Quién dijo que todo esta perdido?
En cada mesa se expresan las influencias (para bien y para mal) de eso que se llama “educación filosófica” en Latinoamérica. No pocas veces el arsenal de palabrería culterana enrarece los argumentos y la necesidad de clarificar términos y problemas. Se nota, muy claramente, la mano de algunos “académicos” que han dejado huellas de todo tipo en las argumentaciones de los estudiantes. No faltan los que aprovechan para sacar a exhibición las palabras lustrosas que les enseñan los “iluminados” y tampoco faltan los destellos sectarios de ciertos purismos de sedicente “indigenismo” tocado de sectarismo. Pero reina un espíritu rebelde y anti-imperialista que se sobrepone y, casi sin dificultad, deja ver que sólo la unidad de los pueblos, concientes de su realidad de clase, lograra contribuir a derrotar todo el infiero que el capitalismo nos impone impunemente.
Aun con enfoques matizados y contradictorios, los argumentos de estos estudiantes, reunidos para hacerse escuchar, tienen un poderío inspirador y necesario del que es imposible desentenderse si uno desea saber con qué fuerzas concretas cuenta la clase trabajadora para ayudarse en su emancipación. No hay exageraciones, si estos estudiantes fuesen representativos de un porcentaje acotado, en el peor de los casos, a un dígito... ya deberemos sentirnos emocionados con la certeza de que la realidad calamitosa que se vive está incubando su propia destrucción en las ideas y los programas que este grupo de jóvenes expone. Y ya piensan en multiplicarse.
El Congreso esta a la mitad de lo planeado y ya se planifica su edición número dos. Todos están de acuerdo en pensar colectivamente la continuación de los debates y flota la idea de que, al regresar, cada quien vuelva como delegado activo del congreso a replicar encuentros y propuestas en sus localidades respectivas. Magnífico. Ya se bocetan sedes nuevas, nadie quiere dejar ahogadas en el tintero las muchas ideas que no alcanzan a pronunciarse, amanece en manos de estos jóvenes su Congreso siguiente como expresión combativa de las ideas que deben ir a la práctica para hacerse filosofía de verdad nueva, es decir, transformadora. Lo dicen ellos de mil maneras.
Unidad no significa uniformidad, se exige a toda hora tomar en cuenta las diferencias y la importancia de que este mundo las reconozca y respete a toda costa. Se repudian los sectarismos

y se repudian los burocratismos. Hay que ver los apuntes y las frases que transitan de un lado a otro. Los rostros cuentan lo importantes que son todas las ideas y cada idea tiene vocación de práctica. Y no es que no existan escepticismos de índole diversa, algunos incluso se muestran incrédulos y no silencian el calibre de sus decepciones. Muy bien. ¿Qué proponen?
Ya se ve que aquí se entiende la importancia de seguir trabajando, con su diversidad y disparidad de formaciones y convicciones, estos muchachos no regatean tiempos ni entusiasmos. La idea de unirse, de evaluar diferencias y encontrar coincidencias, pesa a cada momento en proporción directa a los diagnósticos que exhiben los horrores del capitalismo en todos los espacios de la existencia. Incluso en la diversidad de los vocabularios y los acentos, se percibe la coincidencia de una perspectiva de clase que da unidad a los planes de trabajo. Esto no se quedará en palabras. Uno siente la certeza de las palabras y la seriedad de los planes. ¿No es eso un regalo magnífico? ¿Qué haremos todos para ayudar?
Aquí los estudiantes de Filosofía, en la mitad de su congreso, confirman la necesidad de transformar al mundo. La palabra socialismo no se trata como utopía, aquí se lo entiende como un camino en el que hay que ponerse todos a andar, unidos. Explícita e implícitamente y no sin dudas y no sin miedos. Es lógico. Todas las mesas de trabajo destilan energías de inteligencia activa, este es uno de sus logros contra la apatía, la desinformación, el oscurantismo del academicismo culterano y el terrorismo mediático. Contra esa Filosofía burguesa decorativa y libresca condenada a la inutilidad, estos filósofos jóvenes discuten la praxis revolucionaria. Van y vienen con sus apuntes, sus libros sus copias de ponencias. Se comparten y reparten periódicos, volantes, poemas... una delicia verdadera.
En este día siguen brillando por su ausencia las “autoridades” más altas de la Universidad sede, siguen sin parecer las ayudas y no se despejan las amenazas como aquellas de “tu aquí no te gradúas, de mi cuenta corre”. Si los habremos escuchado en mil lugares. Aquí nadie se arredra. Con sus rostros indígenas, mestizos, europeos... en fin con el poderío de su juventud, que aquí es capaz de superar divisiones racistas, de género o de secta, estos jóvenes estudiantes de Filosofía, filosofan de verdad con audacia y con frescura, comprometidos. No dogmatizan, no hacen simplismos, no le temen a la profundidad de las ideas ni a la complejidad de las acciones. Admiten, cuando ocurre, que han analizado erróneamente un problema y preguntan con franqueza los que no les queda claro. Es decir filosofan con audacia porque entienden que hay urgencia de ideas transformadoras y concretas. Hay que decirlo en todas partes, estos estudiantes de filosofía con su Congreso y su lucha ya hablan de otro mundo, emancipado, que es posible y es urgente.



DESDE AREQUIPA, PERÚ Y RUMBO A BOLIVIA, EL VIENTO FRESCO DE LAS IDEAS PARA LA EMANCIPACIÓN

TERMINÓ EL I CONGRESO INTERNACIONAL DE ESTUDIANTES DE FILOSOFÍA


Cuentas muy claras
Quedó bien claro que la Filosofía no puede despegarse de la práctica. En este congreso, el espíritu de Marx encarnó en muchas de las voces que reclaman ideas correctas para la acción correcta. Quedó bien claro que si la Filosofía desea viabilidad la tendrá sólo si es Filosofía transformadora. Tal cual la Tesis XI.
En el final del Congreso se hizo sentir la necesidad de filosofar, también, la Universidad (las Universidades) Someter a crítica rigurosa la institución, la organización, las materias, la formación docente. La vinculación de las instituciones universitarias con los movimientos sociales y los problemas prioritarios de nuestro tiempo. Infestadas por todos los vicios del burocratismo y la mansedumbre del “pensamiento” decorativo y escapista, muchas facultades de filosofía entretienen al alumnado con cerros de “lecturas”, frecuentemente inútiles, y con homilías de docentes generalmente poco formados aunque se digan “eruditos”, “especialistas” o “iluminados”. Que lean mucho no los convierte en docentes efectivos, que encarguen muchas lecturas no convierte a los estudiantes en personas concientes. Hay que leer mejor y leer para la acción. El trabajo no puede quedarse en las aulas, hay que salir a las calles y a las plazas, a la movilización social y al ascenso de la revolución. La mejor escuela de Filosofía esta en la lucha revolucionaria. ¿Qué libros hay que leer, escribir, divulgar?
El calibre de estas ideas sustentadas, entre otras muchas, por en este Congreso, no niega el valor de la Universidad pero la somete a una critica absolutamente necesaria. En las voces de estos estudiantes habita un reclamo añejo que quiere hacerse cargo, actualizado, de las mejores herencias del pensamiento para impulsarse, contra todo eclecticismo, con ellas. Todos tienen claro en qué se han convertido los espacios académicos secuestrados, en no pocos casos, por corrientes de pensamiento reducido los caprichos ideológicos de sectas que se apoderan de presupuestos, prestigios, cátedras, planes editoriales e institutos de investigación.
Tienen claro, estos estudiantes, que es imprescindible educar para la emancipación, que no puede darse la espalda a realidad depredadora del capitalismo, que es imprescindible elevar el nivel de la conciencia y que es impostergable la lucha por una Filosofía poderosa, abierta y transformadora. Quieren profesores solidarios y combativos, no mansos ni chantajistas. Quieren terminan con toda relación obrero-patronal en las aulas. Quieren terminar con las amenazas y el uso de las calificaciones como recurso extorsivo para silenciar y atemorizar. Quieren terminar con la miseria teórico-metodológica, con la sacralización de la saliva, con la reverencialidad de las modas intelectuales focos de nihilismo, solipsismo y misticismo. Quieren terminar con todo retruécano “ilustrado” para legitimar el olvido sistemático de las luchas revolucionarias de la humanidad. Ocurra donde ocurra.
Este es el calibre de las propuestas y las conclusiones. En su mejor momento el Congreso, no sin debates, escuchó voces que llamaron a la solidaridad universitaria con la clase trabajadora. Sacar las ideas a las calles para que acompañen la lucha de los trabajadores mineros, los campesinos y los pueblos originarios que, a estas horas, toman las plazas para derrotar a la miseria, la injusticia, la represión, la ignorancia... no pocos estudiantes vislumbraron con claridad su lugar en la lucha de clases y vieron con toda nitidez la hora magnífica que cruza Latinoamérica donde florecen ideas y acciones revolucionarias que serán capaces de transformar a la humanidad. Más temprano que tarde.
El futuro del Congreso
Por todo esto, y muchas más razones, es que, en asamblea plenaria, los estudiantes acordaron celebrar el II Congreso Internacional de Estudiantes de Filosofía en Bolivia... nada menos. Tienen que poner atención a mil factores y problemas. Tienen que recaudar fondos y diseñar la logística. Tienen que asegurar la calidad del trabajo y garantizar el crecimiento del congreso. Tienen que dar un salto cualitativo y tienen que proteger su independencia política para proteger su voluntad de mantener este espacio como espacio de pensamiento para la emancipación. Lo tienen claro.
Frente al desafío nuevo, la audacia de estos estudiantes es una inspiración que, por el sólo hecho de ofrecerse en el escenario actual de la Filoso fía en Latinoamérica, ya arroja tareas y responsabilidades de todo tipo para ayudar, acompañar y respetar críticamente su dinámica y su avances. No necesitan arribismos, no necesitan “vacas sagradas”, no necesitan Mesías, no necesitan sectas ni burócratas. Necesitan la solidaridad y la responsabilidad de toda la comunidad filosófica no amaestrada por las taras culteranas. Necesitan las mejores ideas y los mejores aportes de colegas y simpatizantes. Necesitan la fortaleza solidaria de las organizaciones sociales capaces de sentir como suya la iniciativa de estos estudiantes que no sólo es estimulante y fresca sino que es necesaria y urgente.
En sus propios términos, este Congreso que ya camina hacia su segunda edición en Bolivia, también requiere de autocrítica. No habrá salto cualitativo si los organizadores no discuten sus resultados y afinan sus programas incluso para prever todos los riesgos y las limitaciones que se sufrieron durante el primer Congreso. Toda su riqueza crítica y honesta debe servirles para sí mismos si han de ofrecerle a su trabajo coherencia y consistencia rigurosas y dinámicas. Eso se verá bien claro en el desarrollo temático y en el cuidado que se tenga en imbricar los trabajos con las realidades concretas que viven los trabajadores de todo el mundo en plena lucha de clases que se agudizará sensiblemente en los meses próximos. Un objetivo inexcusable, lo saben bien los estudiantes, es tejer ideas emancipadoras para la acción transformadora en plena crisis del capitalismo y en la insurgencia revolucionaria de Latinoamérica de la cual este Congreso, en Bolivia y en todas sus ediciones futuras, debe ser parte fundamental e indisoluble. Manos a la obra.

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